Reevaluando mi cartera: ¿Qué haría si vendiera todo hoy? ¿Compraría lo mismo?
Con cada nuevo conocimiento, la profundidad de tu ignorancia se vuelve más clara.
Llevo unas semanas repasando cada una de mis posiciones y haciéndome algunas preguntas: ¿Cuál era mi tesis al iniciar la posición? ¿Ha cambiado algo?, ¿Quiero ampliar?… Pero la más importante, una pregunta que oí por primera vez a Emérito Quintana: si vendieras hoy todas tus acciones, ¿cuáles volverías a comprar? Puede sonar absurdo, pero tiene todo el sentido. ¿Por qué conservar algo que no comprarías hoy, considerando que lo harías al mismo precio de entrada o al precio promedio?
He llegado a la conclusión de que volvería a comprarlas todas, a excepción de una (aunque si fuera comprar al precio actual de cotización, entonces también la compraría). Estoy considerándolo desde la lista de acciones que tengo estudiadas y cuyo precio me parece atractivo para entrar, es decir, de mi círculo de competencia actual, que es muy reducido.
Esto no significa que en el futuro no pueda cambiar de opinión o encontrar nuevos errores, porque de eso va el aprendizaje. Es como cuando cocinas una receta por primera vez y sigues todos los pasos al pie de la letra, y piensas que lo has hecho perfecto. Pero cuando la repites, ajustas cantidades o tiempos de cocción y te das cuenta de que ahora sale mucho mejor. No es que la primera vez estuvieras equivocado (o igual sí), simplemente ahora tienes más información para hacerlo de manera más eficiente.
Dicho eso, esta es mi cartera a día de hoy:
Y esta es mi rentabilidad ponderada por tiempo (TWR) desde inicio: -21%, una pequeña travesía de 1 año y tres meses como (intento de)inversor.
Como veis, la rentabilidad está lejos de ser buena, aunque he de decir que la mayoría de gente lo que reporta es la TIR, donde en comparación he obtenido un -11%. Pero sigue sin valerme.
Todo ello gracias a un gran error, SDI Group, que ahora explicaré. Prácticamente, la totalidad de las pérdidas no realizadas corresponden actualmente a esta compañía. Podría caer en la falacia de «Quitando SDI lo he hecho bien, solo metí la para en una», pero solo hace falta una muy mala decisión para cargarte un año de rentabilidad.
¿Por qué uso la TWR?
Creo que es mejor opción que la TIR para evaluar el rendimiento de una inversión cuando se realizan aportes o retiros de manera habitual), lo que es mi caso por la parte de aportes habituales.
La TWR elimina el impacto de estos flujos de efectivo y permite medir el desempeño real del activo de manera objetiva. Esto es especialmente útil para comparar el rendimiento de distintas carteras o fondos, por ejemplo. Ya que puedes ver el rendimiento independientemente de cuándo se añadieron o retiraron fondos y cuánto, mientras que la TIR puede verse distorsionada por el timing de esos movimientos financieros. Ya veis que hay una clara diferencia en mi caso.
SDI Group: Un gran error que no me arrepiento de cometer
Como esto no va de la empresa sino de mi error, a quien le interese conocer la tesis de la compañía puede ir al canal de YouTube de
donde y han ido actualizando su estado. Solo necesitáis saber que se trata de una serial acquirer que diseña y fabrica productos científicos y tecnológicos en dos segmetnos: Digital Imaging y Sensors&Control.El primer error fue el que seguro que muchos inversores han cometido: iniciar posición en algo porque estaba barata respecto al histórico. Claro, un histórico donde los últimos 3 años estaban tremendamente inflados por contratos one-off relacionados con la pandemia. Terminada la pandemia, terminaron los contratos y entonces le vimos las orejas al lobo. A eso añadidle la salida del antiguo CEO, Mike Creedon, y alguna que otra muy mala decisión que parece que tomó. Digo «parece» porque nunca confirmaron nada de forma clara.
En resumidas cuentas, primer error: falta de análisis y comprensión del negocio y su situación presente.
El segundo error: ampliar cuando los fundamentales aún no habían dejado de deteriorarse. Aún no era ni consciente del primer error y ya había empezado a recomprar, varias veces, incluso por encima del precio de la primera compra. Iluso de mí, pensaba que entre a buen precio y encima estaba poniéndose más atractivo todavía, ignorando que los fundamentales no habían dado señales de dejar de deteriorarse. Peor que el primer error.
El tercer error: dar demasiado peso en la cartera a una small cap en la que, además, la convicción no justificaba tal peso. No hay mucho que explicar aquí, las empresas pequeñas tienden a ser mucho más volátiles. Si encima no tienes convicción suficiente como para soportar los vaivenes que sufra, tienes un grave problema.
Dicho eso, la acción llegó a perder el 50% de su valor en un año, pero en ningún momento vendí nada. Cuando fui plenamente consciente de los errores, acumulaba un 35% de pérdida, pero lo más sensato en ese punto me pareció esperar. Ya habían reportado un guidance donde los fundamentales habían frenado su deterioro y daban perspectivas de crecimiento orgánico para el año siguiente. La valoración, por el contrario, descontaba que no harían adquisiciones y que su crecimiento sería plano. Ha llegado a tal punto el pesimismo (totalmente comprensible, he de decir) que su EnterpriseValue es de 72 MM GBP y sus activos están valorados en 82 MM GBP (de los cuales 24 son Goodwill). Esto por si solo no indica nada, pero toda la información de la que dispongo ahora mismo me hace pensar que la acción podría tener una recuperación casi completa (hasta mi precio medio) en menos de un año. Pero si además logran retomar su senda de adquisiciones, tengo margen para sacar una rentabilidad decente.
Aun así, tengo una estrategia de salida en mente, que dependerá de lo que presenten en el H1 2025 a principios del próximo año. El motivo principal es que no me siento cómodo manteniendo en mi cartera una compañía cuya directiva no me transmite la seguridad ni la transparencia que busco, especialmente si no logran retomar un crecimiento orgánico e inorgánico de al menos un 10% anual. Ese sería mi umbral de crecimiento esperado para conservar la acción durante más haya de los próximos 6-12 meses.
Y si digo que no me arrepiento de cometerlo es porque, gracias a lo que he aprendido, considero que soy mejor inversor. Sin esa gran equivocación, no tendría la conciencia que tengo ahora. Una prueba de ello es mi cartera en IBKR, que abrí poco después de reconocer y entender mi error con SDI, y hasta ahora tengo un +5% en TWR. Pero todavía queda muuucho por aprender.
«Con cada nuevo conocimiento, la profundidad de tu ignorancia se vuelve más clara.»
Soy bastante optimista sobre cómo terminará el año; muchas de las incertidumbres que rodeaban a algunas de mis acciones han desaparecido. Actualizaré cómo termina todo en un futuro post.
Paciencia y convicción
Otro aprendizaje importante que saco es que suelo invertir poco después de terminar de analizar una empresa. Sin embargo, en muchos casos, es mejor observarla durante algunos trimestres o incluso un año antes de tomar una decisión, para evaluar si sigue cumpliendo sus objetivos. Sobre todo, en periodos complicados, mantenerse al margen y observar puede ser la mejor estrategia. Este es un punto clave a mejorar: la paciencia.
Iniciar una posición con mayor convicción es algo en lo que también estoy trabajando y viene relacionado con lo anterior. Una vez que se tiene algo en juego, una pequeña posición, se tiende a prestar más atención a los detalles, pero eso no justifica la falta de investigación previa. Es crucial hacer un trabajo más profundo antes de tomar cualquier decisión de inversión, y soy consciente de que es un aspecto a mejorar.
Y por último, algo que se dice mucho, pero se aplica poco, la importancia de la alineación directiva. Sobre todo en periodos de incertidumbre y/o complicaciones, las empresas cuyos directivos están alineados con los intereses de los accionistas suelen ser mucho más precisos en sus decisiones y en la comunicación de sus objetivos. Esto no garantiza un desempeño superior, pero sí aporta una mayor tranquilidad. No es lo mismo escuchar a un directivo que entiende la contracción en la valoración a uno que, sin estar alineado, te dice que la valoración no es justa (pero no compra una sola acción, por lo que pueda pasar…). Así que creo que la directiva es un factor importante al seleccionar activos, no porque su rendimiento vaya a ser superior (aunque suele serlo), sino por la paz mental que no pierdes.